Read the latest manga Con el Dios de la Ley C8 at MoChy Novels . Manga La 1° de la Clase Oculta su Regresión is always updated at MoChy Novels . Dont forget to read the other manga updates. A list of manga collections MoChy Novels is in the Manga List menu.
—————————————————————
ESTAMOS BUSCANDO CORRECTORES Y UPLOADERS
SI TE INTERESA AYUDAR ÚNETE AL DISCORD Y ABRE TICKET
Recuerda que puedes leernos en Patreon:
https://www.patreon.com/MoChyto
Y únete a nuestro servidor Discord
https://discord.gg/UE4YNcQcqP
—————————————————————
Capítulo 8
— Lo que dije no es una maldición, es una profecía. Por favor, piensa antes de actuar. Algunas decisiones tienen consecuencias que duran toda la vida.
Wow. Qué miedo. A mis veintinueve años, y todavía me da miedo una matona como Song Yeoreum. Con razón nadie se había atrevido a enfrentarse a ella. Me limpié discretamente el sudor de las manos contra mi falda. Tiemblo.
— Realmente no puedo ignorar este ambiente.
Ni siquiera son pandilleros, tampoco son ricos herederos. Son solo los típicos matones de secundaria, nada más. Lo sé, pero como estamos juntos en la escuela, no puedo evitar sentir miedo. Apreté mis manos temblorosas y forcé mi barbilla hacia arriba.
— ¿Ustedes creen que este momento durará para siempre? En solo un año, todos estarán tan ocupados estudiando que ni se acordarán de ustedes.
Para entonces el ambiente no estará a su favor, y ustedes también se verán arrastrados, vagando por academias y salas de estudio hasta las dos de la mañana tratando de entrar a la universidad. Pero cuando se arrepientan, será demasiado tarde.
¿Ese universitario que vino descaradamente a la graduación, presumiendo que se haría responsable toda la vida, rompiendo un huevo en el vientre de su joven novia embarazada mientras se reía? Se escapó al ejército tres meses después de que naciera el bebé. Ella está criando al niño sola. Ni siquiera pudo ir a la universidad donde había sido aceptada. Aunque corté todo contacto con mis compañeros, esa noticia llegó a mis oídos.
Me frustra no poder revelarles este spoiler.
— Dicen que ni los perros molestan mientras otros comen, ¿y ustedes quieren molestar a alguien que acaba de volver de la enfermería esta mañana? Por favor, entren en razón. Quedan aproximadamente 400 días para que aparezcan en ‘High Teen Parents’.
Me callé en ese momento porque la expresión de Song Yeoreum se volvió verdaderamente amenazante.
— Wow…
Song Yeoreum soltó una risa sarcástica mirando al techo antes de voltear hacia mí.
— Oye, contigo no hay remedio.
Cuando Song Yeoreum levantó la mano mientras sonreía burlonamente, Doyeon se levantó de su asiento.
— Ya basta.
Como si hubiera estado esperando esto, Song Yeoreum empujó el hombro de Doyeon.
— ¿Qué basta qué? Todo este tiempo no pudiste decir ni una palabra, ¿y ahora que tienes una perdedora defendiéndote te crees la gran cosa?
Parece que tiene la boca sucia… Song Yeoreum, después de soltar esas groserías, volvió a levantar la mano. Pero.
— Oye. Ya basta en serio.
Esta vez intervino Seo Jaegyeom. Jaegyeom, que estaba sentado junto a la ventana con sus amigos, caminó hacia nosotros a grandes pasos. Se metió entre Song Yeoreum y yo, y forzó su mano levantada hacia abajo. Su expresión estaba llena de molestia y fastidio.
— Song Yeoreum. No me gusta el ruido cuando estoy comiendo, ¿sabes?
— ¿Yo hice ruido? ¡Fue Kang Dahye…!
— Sí, por eso te digo que te calles.
— ¡No, pero Kang Dahye fue quien…!
— Te dije que hay mucho ruido.
— Ash…
— ¿Qué?
No parecía estar defendiendo a nadie ni tratando de detener la pelea, simplemente se veía realmente molesto. Ante la actitud de Jaegyeom, que parecía estar muerto de cansancio, Song Yeoreum solo pudo mascullar maldiciones sin poder responder.
Doyeon, suspirando al ver esa escena, tomó su bandeja casi sin tocar y se fue rápidamente. Yo la seguí de inmediato.
— ¡Oigan, ¿a dónde…?!
— Song Yeoreum. Te dije que te callaras.
— ¡Seo Jaegyeom, ¿por qué te metes de repente?!
— Porque estás haciendo mucho ruido.
No importa si son chicos o chicas, nadie se atreve a desafiar a Seo Jaegyeom. No sé qué mosca le picó (probablemente solo le molestó el ruido), pero me alegro de que nos haya defendido.
Mientras salíamos de la cafetería, me crucé con la mirada de Jisoo y le dije sin voz:
— ¡Lo siento! ¡Después te compro una leche de chocolate! ¡Lo prometo!
El lugar al que Doyeon y yo fuimos no era la banca bajo la pérgola del patio… sino simplemente las gradas. Doyeon, que se dirigía hacia la banca, cambió de dirección al ver a los grupos de estudiantes reunidos allí y se sentó en las gradas. Yo, que la seguía con cautela, me senté rápidamente a su lado.
Sin mirarme, Doyeon preguntó:
— ¿Sabes qué es lo que más odio cuando como sola?
— ¿Qué cosa?
— Que los demás me miren.
— Ah.
— Es como si tuviera un cartel pegado que dice ‘Me hacen bullying’ o ‘no tengo amigos’.
— …
— ¿Por qué me ayudaste?
Doyeon me miró, como preguntándome por qué la ayudé cuando yo también podría convertirme en un objetivo como ella. Rodé los ojos.
— ¿Porque… también me beneficia a mí?
La verdad es que voy a vivir muy infeliz durante los próximos 11 años. Por eso me pregunté muchísimo si estaba pagando por algo malo que había hecho. Pensando si estaba recibiendo un castigo por mis pecados. Y siempre, tu nombre era lo primero que venía a mi mente. Siempre me arrepentí de no haberte defendido. Si Dios o lo que sea me dio esta segunda oportunidad, debe ser para vivir correctamente…
— Ya no quiero hacer cosas de las que me arrepienta.
— ¿Qué dijiste?
Doyeon frunció el ceño, sin entender.
— Nada. Um… no hay ninguna razón grandiosa. Solo lo hice porque era lo correcto.
Vi el rostro de Doyeon, quien morirá en dos meses. A pesar de todo lo que pasó, yo sobreviví hasta los veintinueve, pero tu tiempo se detuvo para siempre a los dieciocho. Porque ninguna de nosotras tuvo el valor. Si tan solo una persona hubiera actuado diferente, quizás todo habría cambiado.
— Perdón por defenderte tan tarde.
Aunque era obvio lo que estaba bien y lo que estaba mal, lo ignoré por miedo. Me disculpé por haber fingido no ver tu dolor, una disculpa que llegaba demasiado tarde.
Doyeon, quien me miraba fijamente, preguntó:
— ¿Por qué lloras?
— Por nada… sniff Solo que lo siento.
— ¿Acaso tú me hiciste bullying? ¿Por qué te disculpas?
— Todos se van a arrepentir de lo que te hicieron.
— No creo.
Doyeon sacó un pañuelo de su bolsillo y me lo dio al verme sorber los mocos. Lo tomé haciendo sonidos nasales. Qué vergüenza como viajera del tiempo. Llorando así frente a alguien 11 años menor.
— No todos piensan como tú, Kang Dahye. Hay quienes, aunque no tienen nada que ver conmigo, me empujan con el hombro a propósito cuando nos cruzamos en el pasillo. Desde que me convertí en ‘alguien a quien está bien molestar’.
— Sniff… ¿Qué? ¿Están locos?
— Es como si pensaran que es su oportunidad. Como si dijeran ‘siempre me cayó mal, y ahora que todos la odian…’
— ¿No has pensado en denunciarlos por violencia escolar? Me refiero a… Song Yeoreum y su grupo.
Tu madre era fiscal, ¿o era jueza? En fin, sé que trabaja en el sistema judicial. Aunque eso lo supe cuando la policía vino a la escuela después de la muerte de Doyeon.
Sin embargo, Doyeon negó con la cabeza.
— No quiero decepcionar a mis padres.
— No creo que se decepcionen por algo así.
— Lo sé. Pero simplemente no quiero decirlo. ¿Cómo les digo que su hija, de quien están orgullosos, no puede adaptarse a la escuela? ¿Que todos los demás se llevan bien menos yo?
— Te entiendo.
También he sentido algo parecido. Que la hija de mamá volvió a reprobar mientras todos los demás aprobaron. Que solo yo no pude hacer lo que todos los demás hacían. En esos momentos, realmente no puedes ni abrir la boca.
— Pero Doyeon, eso no es tu culpa.
— …
— Tú no tienes la culpa. No has hecho absolutamente nada malo. Solo eres una víctima injusta.
— …
— No tienes que agradecerme por haberte defendido hoy. Solo hice lo que se debía hacer. No tienes que estar pendiente de mí, ni hacer cosas que no quieres hacer por mi causa.
— ¿Como qué?
— Mmm… Por ejemplo, si te pido prestados tus zapatos y tú no quieres prestarlos… ¿los prestarías a la fuerza por miedo a que deje de ser tu amiga?
— Ah, también escuchaste esa historia.
Lo de que insultaron a alguien por negarse a prestar sus zapatos. Doyeon sonrió. Yo también dejé de llorar y sonreí.
— ¡No, está bien pedir algo prestado! Pero si te dicen que no, debes entenderlo y retroceder. ¿Qué clase de comportamiento es ese?
— Exacto. Por eso me pareció terrible.
— Hasta alguien tan pobre como yo sabe comportarse, ¿Qué le pasa?
No suelo pedir cosas prestadas. Si las pierdo, no tengo dinero para pagarlas. Mientras reíamos, la luz del sol de marzo caía entre nosotras. Era una luz todavía fría, pero que sin duda pronto se volvería cálida.
— Más que comer sola, odio que los demás me vean haciéndolo.
— Pero igual bajas a comer siempre sin saltarte las comidas. Ahí ya les ganaste.
— ¿Por qué me saltaría las comidas? ¿Para complacer a quién?
— ¡Cierto!
— No voy a salir con el profesor.
— ¡Ah, por supuesto! ¡Estás loca! ¿Qué te falta a ti para andar con un viejo?
— Tengo mucha ropa. Si quieres pedir prestado algo después, dímelo.
— Está bien. Yo tengo mi uniforme.
— ¿También usas el uniforme cuando sales después de la escuela?
— Sí, el uniforme está prácticamente adherido a mi cuerpo.
— Pero nuestro uniforme no es bonito.
— Igual pagué por él y solo puedo usarlo tres años. Hay que sacarle provecho.
— ¿Tres años no es bastante tiempo?
— ¿Yo todavía uso la mochila que tenía en primaria, sabes?
— ¿Cuándo es tu cumpleaños? Te regalaré una mochila.
Te compraré dos. Declaró Doyeon. Esa era su manera de decir gracias.
***
— ¿La siguiente clase es matemáticas, verdad?
— Sí. Como las dos estamos en la clase A, podemos ir juntas a buscar los libros.
— Claro.
— Pero Doyeon, creo que podría bajar a la clase C en el segundo semestre…
— ¿Qué dices? Si eres la primera de toda la escuela.
— Lo soy ahora, pero…
Mientras caminábamos por el pasillo charlando cómodamente, las miradas llovían sobre Doyeon y yo. Ignorándolas, sonreí aún más brillantemente mientras abría la puerta del salón 1, donde se daba la clase A de matemáticas.
*Slide*
Y me encontré directamente con la mirada de Seo Jaegyeom, quien estaba sonriendo mientras miraba a Jisoo hacer la tarea sentada en su escritorio.
Comment